Antenas móviles no son perjudiciales para la salud, según estudios de la OMS

Magda Quispe Ch. / Javier Contreras M.Diario La República

Uno de los temas que genera gran preocupación entre la población es si las antenas de telefonía móvil tienen algún impacto en su salud. Sin embargo, en base a diversos estudios que realizó la Organización Mundial de la Salud (OMS), se concluye que no se tienen efectos adversos a corto o largo plazo en la salud. Según dicha organización mundial, un motivo de inquietud común es la exposición de todo el cuerpo a señales de radiofrecuencias; hasta la fecha, el único efecto de los campos de radiofrecuencias en la salud que se ha señalado en los estudios científicos se refería al aumento de la temperatura corporal (> 1º C).

Pero estos niveles de exposición a radiofrecuencias de las estaciones de base (antenasmóviles) y las redes inalámbricas son tan bajos que los aumentos de temperatura son insignificantes y no afectan la salud de las personas. Asimismo, una serie de estudios pone de manifiesto que la exposición a radiofrecuencia de las antenas móviles y tecnologías inalámbricas en lugares de acceso público (incluidos hospitales y escuelas) suele ser miles de veces inferior a los límites establecidos por las normas internacionales.

Es así que, por la menor frecuencia, el cuerpo absorbe hasta cinco veces más señal de la radio de Frecuencia Modulada (FM) y la televisión que de las antenas móviles. Ello se debe a que las frecuencias utilizadas en las emisiones de radio de FM (unos 100 MHz) y de televisión (entre 300 y 400 MHz) son inferiores a las empleadas en la telefonía móvil (900 y 1800 MHz), y a que la estatura de las personas convierte el cuerpo en una eficaz antena receptora. Además, las estaciones de emisión de radio y televisión funcionan desde hace por lo menos 50 años sin que se haya observado ningún efecto perjudicial para la salud.

La OMS sostiene en uno de sus estudios que en los últimos 15 años se han realizado análisis donde se examinaba la posible relación entre los transmisores de radiofrecuencias y el cáncer, en los cuales no se han encontrado pruebas de que dicha exposición a radiofrecuencias aumente el riesgo de cáncer. También, los estudios a largo plazo en animales tampoco han detectado un aumento del riesgo de cáncer por exposición a campos de RF, incluso en niveles muy superiores a los que producen las estaciones de base y las redes inalámbricas.

OMS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que hasta la fecha no se ha podido demostrar que las antenas de telecomunicaciones tenga algún efecto que atente contra la salud de las personas.

La coordinadora del Proyecto Internacional Campos Electromagnéticos (CEM) de la OMS, Emile van Deventer, dijo que las investigaciones realizadas desde mediados de los años 90, no evidencian que la exposición de personas en campos de radiofrecuencia causen algún daño.

"Las investigaciones no sugieren ninguna evidencia de efecto adverso a la salud con respecto a la exposición de radiofrecuencia que podemos encontrar en el ambiente", señaló.

Indicó que en ciertos países grupos de personas se han quejado de dolores de cabeza, fatiga o mareos, síntomas que algunos lo han atribuido a la exposición electromagnética, sin embargo "todas las investigaciones realizadas a la fecha no han mostrado ninguna relación", explicó la especialista.

El presidente de la Sociedad Peruana de Oncología: No está probado que afecten la salud

Luis Riva González, señaló que las diversas pruebas realizadas hasta el momento muestran que las antenas no son dañinas para la salud de la población. “Aun cuando se emite una radiación no se ha demostrado que afecte la salud. Desde el punto de vista de las pruebas que se han hecho no se dañan las células del cuerpo humano ni de los animales”, mencionó.

Asimismo, hace poco la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que hasta la fecha se han realizado 10 mil estudios respecto a la incertidumbre sobre si las antenas móviles generan cáncer, y ninguno ha podido comprobar los efectos cancerígenos. “Existen personas que están aterrorizadas por las antenas, sin embargo utilizan los teléfonos móviles sin precaución y no tienen límites”, manifestó Paolo Vecchia, autoridad internacional y asesor de la OMS.

No existen estudios concluyentes sobre el daño que pueden generar.De hecho, lo que sí hay son estudios y mediciones que han determinado que los niveles de radiación de las antenas de las diferentes empresas de telefonía celular son inferiores a los considerados peligrosos, por ejemplo, por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hay que decir que las radiaciones electromagnéticas conviven con nosotros desde siempre, algunas provenientes de fuentes naturales (como las emisiones solares) y otras de fuentes artificiales (como es el caso de las antenas de radio, televisión, celulares, etc.).

Dentro de las fuentes artificiales existen rayos ionizante y no ionizante. Un ejemplo del primero son los rayos X, capaces de afectar la estructura molecular de una persona y para los cuales se toman diversas precauciones. De otro lado, está la radiación no ionizante, que no tienen la suficiente energía para modificar las moléculas de las células vivas, pero tienen energía para generar calor.

NIVELES DE RADIACIÓN

Alberto Lachos Dávila, jefe medicina nuclear del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), señala que no se ha probado que las antenas telefónicas y la radiación de las mismas tengan una relación proporcional a la aparición y desarrollo de neoplasias. “Hay diferentes estudios que señalan que no existe relación entre el cáncer y las antenas. Es más, en los libros de oncología no se nombran a las antenas y a las ondas electromagnéticas como factor para la formación del cáncer”, indicó el experto a El Comercio.

El único efecto demostrado es el calentamiento de los tejidos. Es decir, el aumento de la temperatura en la zona cercana al aparato, pero ello no tiene efectos mayores “Por ejemplo si yo hablo por teléfono durante 20 minutos, mi temperatura puede aumentar medio grado. Pero nuestro organismo tiene la capacidad e termoregular nuestra temperatura”. La OMS ha señalado que varios estudios han investigado los efectos de los campos de radiofrecuencia en la actividad eléctrica cerebral, la función cognitiva, el sueño, el ritmo cardíaco y la presión arterial en voluntarios. “Hasta la fecha, esos estudios parecen indicar que no hay pruebas fehacientes de que la exposición a campos de radiofrecuencia de nivel inferior a los que provocan el calentamiento de los tejidos tenga efectos perjudiciales para la salud”, refiere la entidad.

Por su parte, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), informó que ninguna de las mediciones que han realizado sobre las diferentes antenas montadas en Lima tienen una producción superior al 1% de los niveles de radiación ionizante. De hecho, el año pasado se hicieron mediciones en el Callao y se detectó que las antenas de Nextel tenía un nivel máximo de radiaciones ionizantes de 0,15% de los límites mínimos permitidos, las de Claro tenían 0,21% y las de Movistar, 0,19%. Los datos presentados en el Foro también mostraron que las emisiones de radiofrecuencia debido a estaciones bases aporta solo el 20 % del total de las emisiones de radiofrecuencia sobre el ambiente mientras las emisiones de la radio FM y la televisión aportan el 80 % y adicionalmente el cuerpo humano absorbe 5 veces mejor las frecuencias de la radio FM y televisión que las frecuencias de las estaciones bases de comunicaciones móviles o equipos WiFi. Por tanto, ya que no se ha encontrado ningún efecto sobre la salud durante más de 50 años de operación de la radio FM y la televisión, es mucho menos probable que las estaciones bases y los equipos Wi Fi causen algún efecto sobre la salud. Cabe resaltar que: si se reduce el número de antenas fijas, los teléfonos móviles tendrán que usar más potencia para mantener su conexión, aumentando la exposición del público en general. De otro lado se considera que a mayor número de antenas instaladas, mejora la calidad de los Servicios de Telecomunicaciones y el efecto es un nivel de exposición más bajo a las Radiaciones Electromagnéticas. La Facultad de Ingeniería Electrónica y Eléctrica de la Universidad de San Marcos (FIEE-UNMSM) señaló que en el Perú las Recomendaciones de Limites de Exposición para radiaciones no ionizantes de ICNIRP han sido adoptadas como los Estándares de Calidad Ambiental para Radiaciones No Ionizantes reconocidos por el Ministerio del Ambiente del Perú (MINAM) y que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) los ha adoptado como sus Límites Máximos Permisibles para las Radiaciones No Ionizantes de las actividades de telecomunicaciones. La FIEE –UNMSM mostró que los Estándares de Calidad Ambiental para Radiaciones No Ionizantes así como los Límites Máximos Permisibles de las actividades de telecomunicaciones normados en el Perú son los mismos adoptados en la mayoría de países latinoamericanos y de Europa y que son un poco más restrictivos que los límites establecidos en los Estados Unidos de Norteamérica. Asimismo la FIEE-UNMSM, la Universidad de Cordova, el MINAM y el MTC mostraron que los niveles de las radiaciones de las estaciones bases medidos a lo largo de 15 años son menores al 1.5 % de los Límites Máximos Permisibles (LMP) poblacionales establecidos por las normas del MTC y que en general las estaciones transmisoras de telecomunicaciones en el Perú cumplen con dichos límites. Los Límites Máximos Permisibles de Radiaciones No Ionizantes en Telecomunicaciones han sido establecidos por el MTC siguiendo las recomendaciones internacionales (aprobados por el ICNIRP y recomendados por la OMS), los que actualmente se vienen cumpliendo en todas las actividades y servicios de telecomunicaciones supervisados por el MTC El resultado promedio de las mediciones realizadas a nivel nacional determina que no se superan los niveles máximos permisibles, lo cual es equiparable a los resultados mostrados en los países donde se aplican los mismos estándares sugeridos por el ICNRP. De la información proporcionada en el Foro se advirtió que una de las mayores desventajas para el cumplimiento del objetivo global de incrementar la cobertura y la calidad de las telecomunicaciones en todo el Perú, es el hecho que las autoridades locales emplean criterios diferentes para aprobar el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones.